¿Quién soy?
Soy Candidata 1, tengo 18 años. Vengo de una familia humilde. Mi padre se llama Héctor y es un hombre trabajador que apenas pudo concluir su secundaria debido a que cuando él tenía 18 años su madre falleció de Cáncer de útero y su padre los abandono, por lo que él se tuvo que hacer cargo de sus 3 hermanas y eso le impidió seguir estudiando, honestamente, desde niña él ha sido mi gran ejemplo a seguir debido a que me ha enseñado muchas lecciones de vida, ha sido un hombre muy resiliente. Actualmente no cuenta con un gran puesto de trabajo debido a los pocos estudios que tiene, es obrero, pero es de lo mejores obreros.
Mi mamá se llama Ofelia y es una excelente madre y esposa. Gracias a esta mujer soy lo que soy ahora. Mi vida ha tenido momentos altos y bajos. Desde que era pequeña, yo vivía con mi mamá y mi hermano en casa de mis abuelos debido a que mi padre se tuvo que ir por el "sueño americano" cuando yo tenía un año de edad. Se fue porque yo padecía de varias enfermedades respiratorias, una de ellas fue bronquitis. Mis padres gastaron en medicos generales, sin embargo no podian sanarme, por lo que tuvieron que acudir a un pediatra. Las consultas eran muy caras y los medicamentos también, a pesar de que mis abuelos maternos estuvieron siempre apoyando a mis padres, también tenían que comer y era elegir entre comprar comida o comprar mi medicamento. Así que mi padre tuvo que partir para solventar los gastos de mi tratamiento y para construir una casa donde pudiéramos vivir los cuatro, enviarnos algunos ingresos económicos y así poder vivir, no con lujos, pero sí con lo indispensable, por lo que no lo vi hasta que cumplí 8 años, que fue cuando él regresó de Estados Unidos
A su regreso, pasamos momentos críticos, debido a que había mucho índice de desempleo en México, aparte de que nos estábamos acoplando a otro tipo de vida, a vivir con el salario mexicano y a una vida independiente. Durante ese periodo supe lo que es no saber si vas a tener comida el día de mañana, a valorar los juguetes que me quedaban, de disfrutar una golosina que me llegaban a comprar cuando teníamos algunos ingresos, incluso hubo algunos momentos en los que no lleve almuerzo a la escuela. A pesar de todo ello, mis padres siempre veían el momento oportuno de hacernos felices a mi hermano y a mi contándonos una historia y diciéndonos que el día de mañana estaríamos mejor.
Mis padres buscaban oportunidades para tener empleo, y algo que siempre nos dió de comer fue el campo, que fue el lugar en donde nos daban trabajo e íbamos los cuatro a sembrar maíz, fertilizar, abonar, desenyerbar, cosechar y a realizar todas las actividades que requiere un campo. Sin duda alguna esos momentos fueron muy felices, nos apoyamos a trabajar y bromeamos y reímos, nos sentíamos felices porque sabíamos que tendríamos ingresos económicos y que al menos, por unos días disfrutariamos de algo rico en la mesa. Así que eso también me llevo a conocer el poder que tiene la unión familiar para hacer de esos momentos difíciles momentos únicos y gratos. A aprovechar cualquier oportunidad para sacar lo mejor de ello y así fue como abrimos una papelería, que al inicio si fue un poco tedioso, pero pudimos salir adelante con eso.
Una noticia que sin duda ha marcado mi vida fue el saber que mi abuelo tenía cáncer de esófago. Yo tenia 16, y estuve con él en su proceso de radio y quimioterapias. fue un largo proceso y aprendí muchas cosas acerca del cáncer. Algo que siempre me causó conflicto fue el pensar lo caro que es tener un tratamiento de cualquier tipo de cáncer, los costos son muy elevados. Mi familia siendo clase social media, se llegaba a gastar hasta $30,000 en tan solo una semana juntando todo lo que tenían, y eso me ponía a pensar, ¿como hacen los de clase baja cuando tienen una situación así? No imagino la desesperación en la que pueden entrar.
Fueron momentos de reflexión, meditación y claro, momentos melancólicos los que pase, conviví 16 años con mi abuelo, el saber esa noticia me causó un primer nivel de depresión, por lo que me refugie en la poesía. Cinco meses después del diagnóstico de mi abuelo, el falleció, y a pesar de que su enfermedad fue algo desgastante y funesto, también me dejo muchas cosas buenas, una de ellas fue elegir estudiar esta carrera, debido a que me impulsa a estudiar arduamente el cómo se comportan las células cancerígenas en el cuerpo y claro que me motiva mucho el encontrar al menos un medicamento que pueda estar al alcance de cualquier de cualquier persona, de cualquier situación económica.