¿Quién soy?
Soy de un pequeño poblado. Pertenezco a una familia de cuatro personas, integrada por mis padres, una hermana y yo. Mis padres son personas muy amables que siempre han dedicado el tiempo a la educación de sus hijos porque a pesar de que ellos sólo estudiaron hasta la secundaria creen que es muy importante estudiar más allá. Tengo una hermana menor amante de los deportes, para la cual quiero ser un ejemplo a seguir. Ellos son el motor de mi vida y siempre me han apoyado en todas las metas que me he fijado.
Desde que estudié en preescolar fui un niño que no era igual a los demás, era muy preguntón y quería saber el porqué de muchas cosas, por ejemplo, siempre me preguntaba cómo funcionaban los teléfonos de casa como podía viaja la voz de una persona de muy lejos a través de un aparato tan pequeño, también me interesaba cómo funcionaban y cómo se operaban las naves espaciales y cómo le hacían para llegar hasta el espacio exterior. De ahí proviene la curiosidad que ahora tengo y las ganas de saber cómo es que funciona el universo. Al terminar el preescolar estaba muy entusiasmado por entrar a la primaria ya que me apasionaba aprender cosas nuevas en especial las matemáticas, me encantaban los números y aún más lo que se podía hacer con ellos. Mi familia siempre me impulso a hacer lo que me hace feliz, siempre me apoyaba en mi travesía en las matemáticas, me compraban libros de acertijos matemáticos los cuales resolvía con entusiasmo y ganas de aprender más
Mi transcurso en la primaria fue una etapa muy buena en mi vida ya que pude estudiarla en mi comunidad, en ella descubrí muchas habilidades que no sabía que tenía, era la capacidad de comprender aparte de las matemáticas las ciencias naturales, pero no solo empecé a adquirir habilidades en el área académica, sino que empezaron a llamarme la atención los deportes, fue ahí que empecé con el futbol y así pude desarrollar habilidades físicas muy importantes para el desarrollo de un niño. Eso del futbol me ayudaba mucho, podía descargar mi energía, relajarme, trabajar en equipo y convivir con más personas, ya que al ser muy tímido me costaba mucho relacionarme. Al practicar este deporte mis compañeros me enseñaron a confiar tanto en mí como en ellos y gracias a esto poder dejar la timidez a un lado.
Al iniciar la secundaria me sentía un poco diferente ya que el ambiente era distinto al de la primaria. Durante esta etapa cambie mi manera de pensar de las cosas, ya no veía las cosas como aquel niño ingenuo, sino con una perspectiva más madura. Pienso que esta fue una etapa clave en la persona que soy ahora porque pude lograr disciplinarme en muchos aspectos de mi vida, pude comprender que para cumplir tus sueños tienes que esforzarte y creer que de verdad lo puedes lograr. Lo que más me gustó de la secundaria en la que estudié era que los maestros aparte de preocuparse por darte una buena formación académica, también se preocupaban porque te expresaras libremente mediante los deportes, la ciencia y el arte. Hacíamos proyectos de cuidado del medio ambiente como ir a reforestar los cerros de la comunidad o dar pláticas a lo comunidad sobre el riesgo del uso de productos agrícolas tóxicos, estas actividades hacían que pudieras beneficiar a tu comunidad aprendiendo al mismo tiempo. Con respecto de las artes empecé a interesarme por la danza folclórica la cual se me daba muy bien y empezaba a practicarla, poco a poco el gusto por la danza fue creciendo hasta que se hizo algo que practicara muy a menudo. Al concluir la secundaria me sentí algo nostálgico porque iba a empezar una etapa diferente a lo que estaba acostumbrado, era hora de elegir la preparatoria a ala que me iba ir a estudiar, fue una decisión difícil y al final decidí estudiar en Colegio de Bachilleres.
Al iniciar mi preparatoria creí que iba a ser muy difícil, pero dije ¿sé que puedo y no me voy a rendir ahora¿, así pues, me motive porque sabía que con esfuerzo y con la ayuda de Dios podía seguir con esta etapa de mi vida. Aquí tuve maestros que me ayudaron a desarrollarme aún más, me motivaron a seguir mis metas y luchar por ellas, sin miedo a lo que pudiese pasar. Siento que esta fue la mejor etapa de mi vida porque es donde aprendí más de la vida y me enseñé a creer de verdad en mí. Una de las mejores experiencias de esta etapa es cuando entraba a concursos académicos porque tenía que dar el doble de esfuerzo para poder cumplir con mis trabajos de la escuela y aparte tener tiempo de estudiar para los concursos. Aquí pude comprender lo que el verdadero esfuerzo consigue, que tus metas deben estar fijas y nunca despegar la mirada de ellas, porque todo es posible.